Meade y el México que merecemos

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Meade y el México que merecemos

Escaño abierto

Por: ARTURO ZAMORA

El actual proceso electoral exige de los mexicanos que su decisión del próximo primero de julio sea la más conveniente para el futuro del país. La reflexión más importante en esta coyuntura es que México necesita unidad, paz social y dejar a un lado la confrontación social.

A nadie le conviene que caigamos en un enfrentamiento maniqueo de buenos contra malos, en detrimento del desarrollo de la sociedad —como demuestra la historia—. Lo que México necesita para seguir en la ruta del desarrollo es estabilidad y certeza, lo cual sólo se logrará reconociendo la pluralidad que caracteriza a la nación y respetando el orden institucional.

Ese fue el llamado que hicieron el domingo anterior el presidente del PRI, René Juárez, y el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, con una invitación a todos los sectores de la sociedad a evitar el enfrentamiento de unos contra otros.

Los grandes cambios sociales no necesitan de la polarización y el enfrentamiento y sólo son posibles por la vía institucional; esa es, justamente, la apuesta de Meade.

El evento del domingo es el punto de partida de la decisión de meter el acelerador a la campaña presidencial y definir con contundencia que el énfasis estará en las propuestas, las soluciones, la congruencia y la experiencia, a fin de consolidar una ruta electoral ascendente. El relanzamiento de la campaña de José Antonio Meade se cimenta, así, en tres pilares estratégicos.

Uno, la multiplicación de los frentes de campaña en los municipios y distritos locales que han comenzado sus procesos electivos, con el propósito de activar las estructuras partidistas hasta el último de los comités seccionales y difundir el programa de gobierno del PRI y su candidato presidencial.

Dos, habrán de consolidarse el conocimiento y la percepción ciudadana del candidato de PRI-PVEM-Panal, a medida que los siguientes debates sean más flexibles y abiertos y propicien un diálogo directo con una representación plural de la sociedad, que sirva para destacar los valores, formación, sensibilidad y experiencia del candidato.

Y tercero, desde luego, su propuesta. La oferta de Meade Kuribreña es muy sencilla de comprender: necesitamos estabilidad para generar empleos, única fuente de prosperidad sostenible; requerimos certeza para atraer inversiones que generen empleos de calidad; la nueva política social estará diseñada a la medida de cada persona y no mediante dádivas universales; y la seguridad se construirá con orden en la ley y el fortalecimiento de las instituciones y el Estado de derecho.

Con base en lo anterior, se definirá a favor de Meade el voto del amplio bloque de ciudadanos indecisos o que prefieren no declarar su preferencia hasta la hora de estar en el secreto de la casilla, el 1º de julio.

En este escenario de creciente competencia electoral, no debemos permitir que los ánimos sociales se sigan exacerbando. La polarización puede ser una táctica electorera eficaz, pero pronto se revierte en contra de quien la azuza. Hay que pensar en el 2 de julio, cuando quien gane legal y legítimamente la elección deberá respetar los resultados y llamar a la unidad para enfrentar los graves desafíos del país.

Por lealtad a México, requerimos responsabilidad y tolerancia para procesar las diferencias en el marco de la legalidad y las instituciones y construir, así, el país que merecemos.

                *Secretario general de la CNOP.

Fuente: excelsior.com